Fin de semana en Huesca

Si la semana pasada hablábamos de sitios para visitar en un fin de semana en Teruel, hoy es el turno de la capital de Huesca.

A menudo infravalorada, su historia, sus rincones y su deliciosa gastronomía harán que te enamores de esta preciosa capital de provincia.

La historia de Huesca

Huesca es una ciudad con mucha historia. Los orígenes de la ciudad se remontan al periodo prerromano, fue en ese periodo donde nace Bolkan u Osca, como lo llamarían los romanos. Su nombre fue evolucionando, los musulmanes la llamaron Wasqa, aunque más tarde pasaría a denominarse, como todos la conocemos, Huesca.

Huesca fue siempre una ciudad muy abierta, hasta la llegada de los musulmanes. Al ser una de las ciudades más al norte de Al-Andalus y la puerta de los pirineos, se convirtió en una plaza clave. Pedro I de Aragón, tras la famosa Batalla de Alcoraz, la devolvió a manos cristianas.

La catedral de Huesca

Nuestra primera recomendación es la catedral. Este templo originario del siglo XIII, es de estilo gótico. Forma, junto con el ayuntamiento, el centro histórico de la ciudad.

Construida sobre la antigua mezquita, apenas se conserva un arco de herradora en la zona del claustro.

El museo de Huesca

Cerca de la catedral se encuentra este museo. Con un patio octogonal, el antiguo Palacio de los Reyes de Aragón cuenta entre sus salas con el Salón del Trono, la Sala de la Campana y la sala de reina Petronila.

Otros sitios de la ciudad

La muralla de Huesca es una bonita opción. Construida en el siglo IX, la ciudad era conocida por tener 99 torres. Ahora solo queda una.

También os recomendamos el Monasterio de Pedo el Viejo, un tesoro del románico aragonés, lo mejor está en el interior.

Otra opción interesante es el Casino de Huesca. Un ejemplo del modernismo del siglo XX, sus vidrieras, tapices y muebles de la época os encantaran.


Si buscas emociones un poco más fuertes, puedes ir a la tirolina más larga de Europa, en el Valle de Tena.

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